2009-06-15
Latiendo bajo la piel
2009-06-02
Cuando sobrevaloramos al "destino"
2009-05-25
Poesía de la fugacidad
2009-05-20
Lloverá sobre el surco
Me enseñó a dudar, a no fiarme del azaroso azar, a no reservar del mundo tan solo un rincón tranquilo; a defender la alegría, a pesar de los muchos neutrales y, a pesar de las ausencias breves y las definitivas..."Solo cuando transgredo alguna orden el futuro se vuelve respirable" "Obedecer a ciegas deja ciego" "Crecemos solamente en la osadía"
Pongo estos seis versos en mi botella al mar con el secreto designio de que algún día llegue a una playa casi desierta y un niño la encuentre y la destape y en lugar de versos extraiga piedritas y socorros y alertas y caracoles.
Cantamos porque llueve sobre el surco y somos militantes de la vida y porque no podemos ni queremos dejar que la canción se haga ceniza.
Mario Benedetti.
2009-05-17
2009-05-14
"Es preciso desaprender todos los nombres"
"No siempre hubo gárgolas en Beliston. Las gárgolas llegaron una noche de invierno en racimos, en bandadas, en un órden que sólo ellas conocían."
"Cuentan los habitantes más antiguos de la ciudad que cuando las gárgolas desembarcaron en Beliston no existían todavía las mujeres anfibias. Las anfibias aparecieron después, y hay quienes dicen que fueron inventadas por las gárgolas para que guardaran sus recuerdos, ..."
"Gárgolas. Así les dicen. Son seres y gestos que persisten desde los principios. Son instantes de detenimiento entre las olas de cobalto..."
Estos breves fragmentos pertenecen a una original novela, preciosa y pequeña: Las anfibias, el primer libro de ficción de Flavia Acosta. Una invitación a deslizarse hacia un mundo de nuevas formas y sustancias, descubriendo un lenguaje nuevo en historias que acontecen en ningún tiempo; donde cada palabra encierra el contenido y significado que le adjudique el lector, mientras esas mínimas historias te dejan en el aire y, posiblemente, con deseos de saltar la alta muralla de Beliston.
"Cuentan de una muchacha del otoño que, desoyendo a los sabios, salió a cazar cormoranes una noche, cuando todo calla y se esconde ... Apareció semanas después, caminando desde el desierto. Exhausta, demacrada, no recordaba ni su nombre ..."
Cada una cuenta una historia diferente en un idioma enteramente propio y personal.
"Todas las mujeres han caminado mil veces alrededor de los arroyos de sal. Todas conocen el sendero que conduce a la ciudad fortificada. Sin embargo, mientras las anfibias son constructoras febriles -elevan puentes, trazan mapas, establecen trayectorias-, las rapadas se concentran y practican mutaciones. Las anfibias cultivan, despliegan, cimientan. Las rapadas estabilizan, combinan, disciernen. En conjunto, catalizan las naturales tendencias de la ciudad: componen y confunden en un mismo movimiento."
"Las mujeres anfibias conocen:
que los cuerpos son ingobernables
...
que hay que olvidar todos los nombres"
"Ellas conocen los nombres -su promesa inaugural y su tendencia a corromperse- ...
"Disfrazados de personas, cumplían su papel como una compañía de teatro de máscaras, caricaturas convencidas, almas puras, burlescas, quizá demasiado impostadas ..."
"El milagro es fugaz, el rito es eterno."
2009-05-03
"Salsipuedes"
2009-05-01
"Nos moriremos sin aprender a hablarnos"
Pero se va se pierde no se detiene fluye mana incansablemente se escapa de las manos corre vuela a su fin se desliza se apaga se aniquila se extingue se deshace se acaba
Idea Vilariño (1920-2009)