2009-06-27

La densidad de lo cotidiano

"En un gesto trivial, en un saludo, en la simple mirada, dirigida en vuelo, hacia otros ojos, un áureo, un frágil puente se construye. Baste eso sólo."
Es una de mis favoritas, una sobreviviente de la generación literaria que comenzó a publicar en torno al ´45 -de allí la denominada "generación del ´45"- Circe Maia (Montevideo, 1932) ubica su poesía dentro de lo cotidiano y lo visible; la suya no es una literatura hermética: sus letras son simples. "Prefiero darle una intensidad, una temperatura especial al lenguaje cotidiano". Su aguda percepción del entorno, del paisaje, de los hilos que entrelaza la cotidianidad, está teñida de temporalidad, del desgaste que cada segundo provoca y de esos instantes cargados de posibilidad que no volverán a repetirse.
"No quisiera que abrieras el libro y vieras palabras. Quisiera que oyeras sonidos de cuyo entrelazarse están formados del tiempo los hilos."
CAMBIOS "Unas veces el cambio se prepara en forma subterránea pero estalla de modo brusco, abierto: nova en el cielo grieta en la tierra inundación de luz en plena noche lengua de fuego asoma sorpresivamente en la mirada del otro, vuelto Otro, vuelto ajeno. Otros cambios se gestan imperceptiblemente. De una oscura manera de un modo silencioso lo que no estaba está y lo que estaba es destruido. Pero tan gradualmente que siempre quedan restos: de la mirada, alguna chispa alguna vez. De la voz, algún eco (palabra no enfriada todavía)"
ESCALONES "Cambios pequeños y tenaces. Bajo el cielo ya un grado de luminosidad o de tibieza. Ha caído más polvo sobre el piso o la silla. Pequeñísima arruga se dibuja o se ahonda. Hay un nuevo matiz en el sonido de la voz familiar (¿Lo notarías?) Es un coro confuso de entrevaradas voces faltan algunas, otras aparecen. La misma suma total: no hay cambios. Millonésima ola golpea millonésima roca y el desgaste imperceptible y cierto avanza." Profesora de filosofía, traductora; en 1974 fue destituida de su cargo docente por la dictadura militar, cuando hasta la palabra "pájaro" estaba prohibida. Su marido fue encarcelado; durante ese oscuro período se apasionó por el griego moderno y enfocó sus energías hacia las traducciones. BLUSA "A veces puede el pensamiento apoyarse fuertemente sobre un objeto sin importancia- esa blusa colgada fuera, por ejemplo-, como quien apoya la punta de un compás y gira luego. Mira la blusa: ya debe estar casi seca, por la forma en que el viento sacude las mangas. Toda clase de gestos aparecen ahora esbozados: abrazos, saludos, despedidas. Más tal vez: los gestos desesperados, parecen sugerir un deseo de soltarse, de volar libremente sobre las azoteas entregándose al viento. Pero ahí está la hipocrecía del objeto comediante, que se sabe seguro, bien sostenido por los dos palillos en los hombros. Puede entonces fingir esos arrebatos, esos místicos vuelos. Lo que no ha sido calculado es el momento -ya cercano- en que subirán los pasos por la escalera oscura, se abrirá la puerta de la azotea y la blusa será descolgada, doblada y guardada en cajón inmóvil."
de EL MEDIO TRANSPARENTE: "Por mirar el adorno en la ventana no miraste hacia afuera. El más breve vistazo hubiera sido al menos suficiente para mirar la luz del otro lado. Sí, esa luz de afuera sobre un rostro que pasa."
Varios versos suyos han sido musicalizados, entre otros ,por Daniel Viglietti; de los cuales "Otra voz canta" -dedicado a los desaparecidos- es el más popular:
"Por detrás de mi voz -escucha, escucha- otra voz canta. Viene de atrás, de lejos, viene de sepultadas bocas, y canta (...) "No son solo memoria, son vida abierta, continua y ancha, Son camino que empieza y que nos llama Cantan conmigo, conmigo cantan."

2009-06-15

Latiendo bajo la piel

..."en casa había una Divina Comedia en italiano que yo la rompí toda, con sus hojas hice barquitos y los tiré por la ventana, porque llovía y los barquitos eran muy marineros ..."
(Armonía Somers, 1914-1994)
Deseaba subir algo de esta singular e inclasificable escritora; es mi tercer día en Mar del Plata y el cielo amenazante en complot con este cansancio feliz, me obligan a anclar un rato en la habitación del hotel.
Estoy sentada frente a Playa Chica, desde aquí corrí durante estas mañanas ida y vuelta al puerto y en sentido contrario hasta La Perla, bañándome los ojos de mar. Hoy almorcé en el puerto una delicia de mariscos y el café lo tomé en el museo del mar de donde hace minutos regresé deslumbrada por una increíble colección de caracoles. Es un lunes perfecto: feriado, no laborable.
Esta noche retorno a capital con algunos libros en la maleta que me acompañaron durante el finde; uno de ellos es La mujer desnuda, que desembarcó hace un par de meses en este lado del Plata. Es una reedición de la primer novela erótica de Armonía Somers, publicada inicialmente en Montevideo en 1950.
Su protagonista es Rebeca Linke, una mujer que llega al extremo de autodecapitarse porque no logra soportar su existencia en el tiempo histórico que le tocó vivir. (¿Alguna época ha sido fácil?) Luego de desangrarse se vuelve a colocar la cabeza sobre los hombros, como la lógica y la costumbre lo indican -hehee- y se reinventa a si misma: en adelante saldrá desnuda a desafiar al mundo.
Es una novela de temática simbólica, llena de juegos lingüísticos y encierra un estilo muy personal. Hay que tener en cuenta que las claves ocultas de Armonía Sommers no son de lectura sencilla.
Leerla equivale a ir al encuentro de esa otra realidad que late bajo la piel y descubrir a una narradora extraordinaria: innovadora, subversiva, irreverente; que supo mezclar el surrealismo con el más puro realismo. Clickeando este enlace se accede a un relato suyo que evidencia su estilo singular.
Un dato interesante es que Armonia Etchepare -tal su nombre real- comenzó sus estudios de Magisterio a los trece años, creció en un pequeño pueblo al norte de Montevideo y su madre apenas comenzado el 1900 había hecho teatro callejero antes de casarse. Su padre anarquista la acercó a obras como La evolución de las especies, de Darwin -libro que leyó a los 8 años- e influyó en su gusto por los escritos políticos y la literatura universal, como también influyó su madre de ideas liberales.
En 1953 obtuvo el reconocimiento de la crítica con un primer premio en narrativa a nivel nacional. Tres años antes había publicado La mujer desnuda:
... "Se hacía, pues, impostergable volver a lo anterior, tornar a echarse el pensamiento encima, construir de nuevo el pensamiento real con las estrellas arriba y el suelo por lo bajo, según esquemas primitivos. En eficaz maniobra, la mujer decapitada tomó su antigua cabeza, se la colocó de un golpe duro como un casco de combate. El peso la mantuvo tambaleando unos instantes. Era, además, difícil y molesto volver al mundo por los ojos, especie de desván donde las cosas y sus imágenes parecían reivindicar por la fuerza de la costumbre su derecho al sitio normal, arañando sin compasión la inocencia del aire. Felizmente, sin embargo; y con más rapidez que en un injerto vegetal, las dos savias se trenzaron de nuevo.
Todo rehecho, ¿no? ..."
No hace falta salir sin trapos para desnudarse frente al mundo.
Nos falta coraje, eso sí ...
El mejor comienzo de semana para todos: muac, muac. (¿Alguien imitaría a Rebeca Link?)

2009-06-02

Cuando sobrevaloramos al "destino"

..."Mis padres presentían que la vida de Leda sería un zigzag vertiginoso que reproduciría indefinidamente el movimiento que quizás debió seguir su pequeño cuerpo de tres años cuando llegaron los militares a la casa y se produjo la refriega.
En verdad nadie sabía qué había sido exactamente de Leda durante esos minutos, durante ese estallido de tiempo y balas que el marido de su madre y el hombre oculto habían cruzado con los hombres vestidos de verde "...
..."Siempre flotó en el aire la expectativa de que la vida de Leda no podía tener un disfrute perpetuo, una línea de concordia que partiera de su corazón, porque en la tierra fundacional de su historia había un operativo militar que se llevó consigo a la cárcel a su madre embarazada de ocho meses, y a la muerte a su padrastro" ...
Anya -tal es el nombre de la protagonista- nos introduce a esta novela revelándonos parte de su pasado y el de su amiga Leda, a quien se refiere en esas primeras páginas de Fragilidad.
Personajes centrales femeninos, como es la costumbre de Andrea Blanqué, en una historia que transcurre en el Montevideo actual y solo al inicio nos remite a aquel pasado. (Pasado convulsionado que marcó a fuego a la propia autora durante su adolescencia.)
Es Anya, proveniente de una familia tradicionalmente constituída, ya casada y con niños, que lleva una vida ordenada, sin sobresaltos y aparentemente estable, quien evade su infelicidad en el alcohol, harta de obedecer los rituales hogareños, un trabajo que no le satisface y un marido al que la une la costumbre.
"Huelo los jazmines y miro el libro que está sobre la mesa. José lo da vuelta hacia mí, y puedo leer sobre la carátula Moderato contabile. Me dice que es sobre una mujer que bebe vino en un bar," ...
"Le digo que tengo dos hijos, mellizos, una niña y un niño. Él me mira con cierto asombro, pero nada dice" ...
..."Los clientes del bar detienen su conversación para vernos salir hasta la vereda. Ha consrguido un hombre, parecen decir.
Él es más bello que todos ellos y además está entero."
La protagonista intenta dar un cambio de timón a su vida. No elige un camino fácil y al final nos deja en la incertidumbre, llenos de dudas en cuanto a si logrará sobreponerse y transformar esa adversidad.
Su infancia feliz no determinó su vida adulta; los violentos momentos que rodearon la niñez de su amiga Leda no dieron frutos ácidos: ..."Está pensativa y silenciosa, lo cual no es habitual en Leda ... Nunca parece estar aburrida o abatida y por lo general, evita que los demás lo estén" ...
..." arranca una hoja cuadriculada y se pone a armar un barquito" ...
..."No me mira a los ojos, mira los juguetes de papel que acaba de hacer"...
"Los secretos se han quedado en medio de la mesa, entre los vasos y los muñecos de papel: la historia se llena de pedacitos de pasado incrustados en el presente y en el futuro" ...
El determinismo, aquel destino que todos predecían para Lea, no se hizo efectivo. Hay todo un proceso que desde la infancia hasta el fin de nuestros días nos va construyendo según nuestras propias elecciones. Las dificultades y sucesos traumáticos que cualquier persona haya padecido son un desafío a sus capacidades internas, y su futuro dependerá de esa actitud que asumirá al hacerles frente. O al evadirlas.
P.D : A propósito de esta novela, me sorprendió que no figure en el inventario de las librerías bonaerenses y el hecho de que Andrea Blanqué es una desconocida en esta orilla -con tantos autores uruguayos que circulan en esta ciudad- El libro lo conseguí en la última feria del libro de Bs. As. , en el stand uruguayo; en Montevideo figura entre las novelas más vendidas.