2009-05-25

Poesía de la fugacidad

"vano zurcido
el dibujo trivial de nuestro gesto
improbable amuleto
contra la emigración de las certezas"
A sus 85 años, la montevideana Ida Vitale, es una sobreviviente de la generación literaria "del ´45" y una de las principales poetas uruguayas del siglo XX. Su poesía clara, precisa, parece un inventario de lo fugaz que oculta certezas mientras indaga en lo real y transita un mundo en constante dilución. En sus letras nos invita a reinventarnos, a construirnos hacia adentro, a refugiarnos en nuestra propia intensidad.
En esta página, podemos escuchar la voz de Vitale recitando su poema "En un instante".
Poeta, traductora, crítica literaria, nació en noviembre del ´24 y en 1973 la dictadura la empujó al exilio; México la acogió durante una década y desde 1989 reside en Austin (Texas) . Vuelve durante temporadas a su ciudad natal, a la que define como mágica: "Una historia narcótica empapa/a esta ciudad suspendida en la nada" -en la introducción a Alianza con la niebla-
MES DE MAYO
Escribo, escribo, escribo
Y no conduzco a nada, a nadie.
Las palabras se espantan de mí
como palomas, sordamente crepitan,
arraigan en su terrón oscuro,
se prevalecen con escrúpulo fino
del innegable escándalo:
por sobre la imprecisa escrita sombra
me importa más amarte.
(1972)
OTOÑO
Otoño, perro
de cariñosa pata impertinente,
mueve las hojas de los libros.
Reclama que se atienda
las fascinantes suyas,
que en vano pasan del verde
al oro al rojo al púrpura.
Como en la distracción,
la palabra precisa
que pierdes para siempre.
(2002)
Clickeando aquí podrás conocer más de esta gran escritora que los uruguayos tenemos en el olvido; este otro enlace te lleva a una entrevista y en este artículo una de sus fotografías más recientes.

2009-05-20

Lloverá sobre el surco

"Solo cuando transgredo alguna orden el futuro se vuelve respirable" "Obedecer a ciegas deja ciego" "Crecemos solamente en la osadía"
Me enseñó a dudar, a no fiarme del azaroso azar, a no reservar del mundo tan solo un rincón tranquilo; a defender la alegría, a pesar de los muchos neutrales y, a pesar de las ausencias breves y las definitivas...

Pongo estos seis versos en mi botella al mar con el secreto designio de que algún día llegue a una playa casi desierta y un niño la encuentre y la destape y en lugar de versos extraiga piedritas y socorros y alertas y caracoles.

( Botella al mar, 1978)
Alguna lágrima se me quiere escurrir pero no me domina la emoción; no estoy triste.
No siento que lo perdí, no me siento huérfana de él; todo él está allí, en sus escritos. Puedo hallarlo cuando requiera su consejo, podré escuchar sus advertencias, sus sensibles palabras no serán ceniza.

Cantamos porque llueve sobre el surco y somos militantes de la vida y porque no podemos ni queremos dejar que la canción se haga ceniza.

Mario Benedetti.

2009-05-17

Me gusta la tibia sensación al vestir el primer sweater de lana de este tardío otoño. Me gustan los ocres, me atrapa esta atmósfera que parece montevideana por sus mañanas apacibles y el predominio del cielo gris. Estoy en la márgen occidental del ancho río así que soy una oriental en tierras occidentales; y asesinaría esta tarde por un chivito !!! -entiéndase: un delgado filete de lomo vacuno a la parrilla, dentro de un pan catalán acompañado de lechuga, tomate, jamón, queso, huevo frito ...-, aderezado como los dioses orientales mandan. (Si alguien sabe dónde preparan este tradicional sandwich uruguayo le agradezco avise, que hay una banda numerosa añorando esa mezcla de sabores en la boca.)
Si somos lo que comemos, cómo y con quién, como decía Laura Esquivel -era en ... "¿Intimas suculencias?"- me pregunto cómo definir a quien cuando me acompaña en mis salidas fuera de capital, en auto, me invita con amargas hojas de rúcula y queso de cabra entre lánguidas rebanads de pan negro ...
También dice mucho de cada anfitrión cuando prepara un alimento -en el caso que le interese hacerlo- los ingredientes que va añadiendo y según con quienes desea compartirlo.
Me atrae un hombre que siente curiosidad por saber qué contiene aquello que ingiere, de dónde provienen los elementos con los que fué preparado y se atreve a experimentar en ese terreno -bastante engorroso para debutantes-. Un sujeto que me dice no tener idea de nada relacionado al tema culinario definitivamente no me merece. (No soy una gourmet pero, según mi peculiar lógica, si no sabes entregar emociones en el acto de alimentar ...)
Esta noche no me convence, no alcanza a seducirme, una cena un tanto tarde para mi gusto -mañana me levantaré temprano, lo habitual- no puede con esta consentida fiaca que me trae más a gusto. Pocas cosas me desmotivan más que un sitio ambientado con música lounge y sentir frío en las piernas. (¿A cuento de qué salen las piernas?)
Me acuerdo del lugar donde fuimos anoche y del otro donde nos reunimos anteayer ... , definitivamente, el lugar donde vamos habla de cómo somos y dice que suelo reunirme con gente bastante heterogénea. (Que connigo nada tienen que pintar, en ocasiones.)
Sobre la cama -del lado derecho, acumulo libros durante las tardes- sigue estando Fragilidad de Andrea Blanqué, la novela más interesante de lo que leí durante los últimos meses, está ahí desde ayer. -Desde ayer nadie tiende mi cama y yo adoro el lado izquierdo-
Me pregunto cuánto tiempo más permaneceré en esta ciudad que ya me ofrece escasas novedades; cuál será el siguiente puerto al qué arribaré. Desde dónde subiré un post el año próximo, cuando el calendario sume nueva cifra a mis treinta y durante los siguientes, cuando los otoños se agrupen y comiencen a pesar no solo en las maletas. Siempre disfruté aquellos raros momentos de soledad que ahora se tornan cada finde más frecuentes.
Cosas, situaciones, que antes me parecían casi vitales, ya no figuran en mi lista de prioridades.
Sigo de largo, paso, de tanta cosa innecesaria ... Tantos cambios, pero la ansiada serenidad sigue haciéndose desear en mi vida.
¿Qué traerán a mi rambla estos treinta?

2009-05-14

"Es preciso desaprender todos los nombres"

"No siempre hubo gárgolas en Beliston. Las gárgolas llegaron una noche de invierno en racimos, en bandadas, en un órden que sólo ellas conocían."

"Cuentan los habitantes más antiguos de la ciudad que cuando las gárgolas desembarcaron en Beliston no existían todavía las mujeres anfibias. Las anfibias aparecieron después, y hay quienes dicen que fueron inventadas por las gárgolas para que guardaran sus recuerdos, ..."

"Gárgolas. Así les dicen. Son seres y gestos que persisten desde los principios. Son instantes de detenimiento entre las olas de cobalto..."

Estos breves fragmentos pertenecen a una original novela, preciosa y pequeña: Las anfibias, el primer libro de ficción de Flavia Acosta. Una invitación a deslizarse hacia un mundo de nuevas formas y sustancias, descubriendo un lenguaje nuevo en historias que acontecen en ningún tiempo; donde cada palabra encierra el contenido y significado que le adjudique el lector, mientras esas mínimas historias te dejan en el aire y, posiblemente, con deseos de saltar la alta muralla de Beliston.

"Cuentan de una muchacha del otoño que, desoyendo a los sabios, salió a cazar cormoranes una noche, cuando todo calla y se esconde ... Apareció semanas después, caminando desde el desierto. Exhausta, demacrada, no recordaba ni su nombre ..."

Cada una cuenta una historia diferente en un idioma enteramente propio y personal.

"Todas las mujeres han caminado mil veces alrededor de los arroyos de sal. Todas conocen el sendero que conduce a la ciudad fortificada. Sin embargo, mientras las anfibias son constructoras febriles -elevan puentes, trazan mapas, establecen trayectorias-, las rapadas se concentran y practican mutaciones. Las anfibias cultivan, despliegan, cimientan. Las rapadas estabilizan, combinan, disciernen. En conjunto, catalizan las naturales tendencias de la ciudad: componen y confunden en un mismo movimiento."

"Las mujeres anfibias conocen:

que los cuerpos son ingobernables

...

que hay que olvidar todos los nombres"

"Ellas conocen los nombres -su promesa inaugural y su tendencia a corromperse- ...

"Disfrazados de personas, cumplían su papel como una compañía de teatro de máscaras, caricaturas convencidas, almas puras, burlescas, quizá demasiado impostadas ..."

"El milagro es fugaz, el rito es eterno."

2009-05-03

"Salsipuedes"

Después de la perplejidad que me produjo leer un artículo editorial -publicado originalmente en El País, de Montevideo- firmado por el ex-presidente Sanguinetti, sentí necesario compartir con quienes aún no la han leído, la respuesta del escritor Jorge Majfud: www.rebelion.org/noticia.php?id=84268
En lo personal, lamento las expresiones de Sanguinetti y no entiendo cómo un estadista de su talla, que, meritoriamente gobernó el país durante dos períodos (1985-1990 y 1995-2000), puede escribir algo así; ¿acaso él no siente el mismo orgullo de todo oriental por pertenecer a un pueblo nacido en el mismo territorio que fué habitado por aquellos dignos charrúas durante 3.500 años? Asumo que cuesta reconocer el genocidio perpetrado por nuestros antepasados contra un pueblo que no aceptó integrarse ni ceder sus derechos, pero, de ahí a dar a entender que debemos agradecer la masacre en nombre de la civilización ... Yo me pregunto: ¿Padecerá ud. algún tipo de patología senil, Dr. Sanguinetti?
A mediados de abril de cada año, gente de todas partes acude al lugar denominado "Salsipuedes", a recordar la memoria del pueblo charrúa allí masacrado -el 18 de abril de 1831- y arrojan flores a las aguas donde se supone fueron arrojados sus cadáveres.
Los terratenientes en aquellos tiempos denunciaban a los charrúas por los frecuentes saqueos en sus haciendas y exigían una solución al recién electo primer presidente del país: Rivera, cuyo mandato comenzó en julio de 1830.
Los juicios contra los charrúas arrojan documentos tales como esta acusación de un hacendado: "ese caballo tiene mi marca"; a lo que el charrúa respondía: "marca tuya, caballo mío."
A comienzos del siglo XIX los charrúas habían sido reducidos en número a menos de 600; durante el siglo anterior los brasileros los "cazaban" -literalmente- para venderlos en Brasil ya que en ese país la esclavitud recién se abolió en 1888. Durante tres siglos sangrientos
sobrevivieron luchando contra españoles, portugueses, franceses e ingleses; lucharon por necesidad a favor del ejército oriental creyendo que colaborando con los criollos, aún sin aceptar integrarse, lograrían mantener la independencia en sus territorios. ¿No eran estas sus tierras?
Resistieron ferozmente la cristiana "civilización" que asimilaban otras etnias. Según escritos del general español Félix de Azara: "Son altivos, soberbios y feroces; llevan la cabeza derecha, la frente erguida ..."
Los pocos charrúas que lograron escapar con vida de "Salsipuedes" fueron masacrados algunos en la "Estancia de Penda"; otros fueron entregados a mercaderes franceses que los llevaron a Francia para exhibirlos y ser objeto de estudio; también se "obsequió" cinco a los ingleses en homenaje por haber ocupado las islas del Atlántico Sur -más conocidas como Malvinas-.
El primer charrúa llevado a Francia fue embarcado en 1832, por Louis Maruis Barrl y falleció en el barco en septiembre del mismo año. François de Curel llevó a otros cuatro charrúas para presentarlos a las Sociedades Científicas; fueron embarcados el 25 de abril de 1833 y una vez llegados a Francia fueron exhibidos en jaulas ante "notables", entre ellos ante F. Chopin.
Fueron muriendo de a poco: uno el 26 de julio de 1833 -no cito sus nombres porque desconocemos su lengua y no me parece justo utilizar los nombres adjudicados por los criollos- y otro, un cacique, el 13 de septiembre del mismo año. Una charrúa que fue enviada con ellos estaba embarazada; dió a luz a su hija y diez meses más tarde murió víctima de tuberculosis. El único charrúa que sobrevivió en Paris cuidó de la niña y lograron escapar sin dejar rastros.
El 20 de julio del 2002 se repatriaron los restos de uno de ellos: los del cacique; se lo trajo a Montevideo donde se le dio sepultura en el Panteón Nacional del Cementerio Central, el mismo lugar donde están enterrados algunos "héroes" como el presidente Rivera que dió la orden de exterminio.
Atando cabos resulta que Rivera fue el fundador del partido Colorado, partido al que pertenece Sanguinetti. (Ahora entiendo.)

2009-05-01

"Nos moriremos sin aprender a hablarnos"

"Sé y me gusta hacer cosas. Sé hacer fuego, pintar paredes, traducir, enseñar, hacer un jardín, enseñar a un perro, encuadernar, hacer ginebra": Con estas palabras se definía la escritora Idea Vilariño, quien falleció el martes, en Montevideo. A la edad de 88 años era una de las sobrevivientes de la generación literaria llamada "del ´45" -aquella integrada por Onetti, Benedetti, Claps, Berenguer, entre otros-. Sus poemas de estilo despojado, directo, contundente, sin grandilocuencias, habían sido censurados décadas atrás durante el régimen militar, y algunos, anteriormente, hasta por el vanguardista semanario Marcha.
Vivió toda su vida en su ciudad y aunque fue premiada internacionalmente siempre rechazó tales distinciones. Militante de izquierda, docente, co-fundadora de revistas literarias, traductora, ensayista ... , esta mujer "misteriosa y solitaria" -según palabras de Benedetti- de sangre gallega e italiana, era hija de padre anarquista y madre católica, hermana de Alma, Poema, Numen y Azul.
"Nos moriremos sin apender a hablarnos," había declarado en referencia a Juan Carlos Onetti, con quien compartió momentos intensos en una época de efervescencia cultural y política cuando comenzaba el deterioro económico y social en Uruguay.
"Me inhibiste siempre en todo," le confesó Onetti que, tiempo después se refugió en España, mientras Idea fue uno de los contados intelectuales que resistió al exilio. Durante la dictadura escribió canciones que fueron emblemas de la resistencia.

Pero se va se pierde no se detiene fluye mana incansablemente se escapa de las manos corre vuela a su fin se desliza se apaga se aniquila se extingue se deshace se acaba

Idea Vilariño (1920-2009)