2009-03-15

"La otra noche vi un anuncio que me dejó pasmado: un hombre y una mujer iban de la mano por encima del mar. No quiero decir que volaran; sencillamente caminaban como tú o yo, sólo que ellos lo hacían sobre el agua. Lo que más me impresionó fue que al fondo, a los lados, en el cielo, por todas partes había un color blanco. ¡Un color blanco y nada más! Dos amantes habían conseguido el milagro de andar entre las olas y, sin embargo, no tenían horizonte hacia el que dirigirse."
(La vida en las ventanas, Andrés Neuman.)

10 comentarios:

Viv. dijo...

... como trazando sobre una página en blanco, sin pensar en el futuro; andando sobre aguas movedizas.

VIVIENDO.

DaliaNegra dijo...

Hermoso.
Vengo a decirte que han adoptado a Troya, la llevan a una casa con un jardín de 1000 metros cuadrados.Un beso alegre:)))***

Anónimo dijo...

Tenían todo el futuro para escribir sobre ese lienzo blanco, juntos, de la mano...

Bikos.

Patricia dijo...

el amor, la magia del amor hace que lo imposible parezca eterno.....
precioso texto!
besos,

cheguevara dijo...

me gustó*
lo mio?
arenas movedizas por dos*+
qiizás vuelva dentro de 15 dias
y con ganas de escribir, o no*
abraccio
CHE

Esther dijo...

Mmmmm... Pero ¿dónde estoy yo? ¡Comenté ayer!

Sólo dije que me gustó mucho ese texto y que no conocía al escritor pero, que me pareció genial y que era bonita esa compañía mutua, el caminar juntos, aunque ver eso blanco en el cielo pues, que no sé, no sé... pero, que no tenía por qué ser eso algo malo ¿verdad?

Saluditos.

meridiana dijo...

Un texto de alta densidad poética...como la pasión de los amantes.

Una epifanía.

Gracias por acercarnos este texto.

Saludos
Liliana

almena dijo...

mmm inquietante...
:)

besos!

Tesa Medina dijo...

Soy muy terrenal, así que no me importa caminar por encima de las aguas, pero ver por encima el cielo y al fondo el horizonte, lo otro, lo desconocido e irreal me inquieta.

Vuelo rasante para no perder el mundo de vista, aunque ames, aunque te amen, el blanco para mí es la nada.

Un texto muy bello literariamente.

¿Cómo va esa añoranza del mar?

Besos, viv.

Gonzalo Paredes dijo...

Un texto sugerente. Me interesó lo blanco, la falta de horizonte.
Es, sí, una epifanía como comentaron varios aquí. Por eso no hay a donde ir, un horizonte hacia el que dirigirse. Esa sensación no puede durar. No tiene desarrollo en el tiempo (Abro el paraguas: no digo que el amor no pueda durar, de hecho lo hace en muchos casos. Digo, en cambio, que esa magia de la fusión de dos no puede durar, y por eso no tiene desarrollo en el tiempo, no tiene a dónde dirigirse, ningún devenir, es puro ser. El transcurso del amor hace que esa fusión se pierda. Queda el amor, no la magia sin posibilidad de avance).
Bueno, esa es, al menos, mi interpretación.

Saludos.